miércoles, 5 de septiembre de 2012

BATIBURRILLO

Desde la necesidad imperiosa de ser leído, o al menos creerlo...publico algo que no he terminado nunca de revisar...pero como es cortito...pues haya os las entendais....
Un pelín soberbio suena esto no????...pero vosotros sabéis que no lo es....;)
AHÍ VA:

DOLOR

Desde la alegría de la confianza y la soberbia de la verdad, desde el inicio de la palabra y la ausencia de rencor, desde el perfume impenetrable de la rabia y la inconsciencia del absurdo paso del tiempo, aparecen en mí sueños momentos que me impiden conciliarle con el vacío de ideas y pleno, por otro lado, de preguntas sin respuesta del pudor incontrolado y el ridículo acontecido en el incomparable camino hacia el deseo y el placer.

AMOR A LO ÚNICO QUE ES TUYO

Cansado de sonreír a quién no debo y llorar indiscriminadamente, roto por el dolor de la incapacidad de entender, muerto por vivir constantemente feliz sin tener porque demostrarlo ya que en realidad no siempre lo soy… y vivo por arrullar con esmero lo único que me pertenece.

 

Para encauzar aquello de lo que aun no siendo culpable soy pieza fundamental que quiere construir el dique que permita desarrollar una vida plena de lo que, tal vez yo no tuve. Para disparar certero al muro de la incompetencia cerebral del que dice estar cuerdo y calibra sus pasos con certeza en tu contra sin que puedas parpadear un fonema.

¿CONCLUSIÓN?

Sin la mínima necesidad de explicar que la libertad existe y que desde que nací estoy en pleno derecho de utilizarla a favor, si fuera posible, de mi persona y de las que quiero.

Puedo decir desde el análisis de todas estas facetas de la vida que me pertenecen por derecho,… que la máxima roussoniana de que el ser humano era bueno solo y exclusivamente en el momento de nacer y que la sociedad y sus vínculos sociales le convierten o pueden convertir en lo que pretende ser una persona adulta, normalmente corrompida por la pertenencia obligada a todos ellos, es una de las más tristes verdades que me he encontrado en mi existencia y que me obliga a mirar por debajo de las ventanas del mar y las puertas del misterioso amanecer para fijar tus ojos en las personas que me rodean, y aun así, a pesar de la dificultad de la confianza en tus semejantes, hay cada día más gente en quién postrar tus sentimientos para que puedan hacerlos suyos si quisieran .

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