miércoles, 18 de septiembre de 2013

¡CON QUÉ POCO ME CONFORMO!

Me dicen que SOY CONFORMISTA  y tienen razón quienes lo afirman, pues nunca fui de ostentar ni presumir, no me creí lo increíble, ni quise discernir lo intangible, y es por eso que les doy la razón…Sólo necesito despertar oliendo distinto a mí y que seas tú quién esté a mi lado, que cuando salga a la calle mis manos no estén vacías y pueda mirar y no al frente ni al suelo…ni siquiera al cielo o al infinito y que cautiven mis ojos con un caminar elegante o un cuidado y pormenorizado vestir, necesito sonreír y que me sonrían, corregir mi semblante si no es el apropiado, hacer cientos de kilómetros por un capricho, desayunar con ganas de hacer feliz y no solo de serlo, acercarme a un mirador y contemplar en infinito, sustituir mi teléfono móvil por la movilidad y la inquietud, por la incertidumbre de un semblante o la seguridad de una mirada…necesito alojarme en un monte y respirar cercano el mar, cambiar lo programado por el ¿qué ocurrirá hoy?, caminar por las olas soportando el dolor y notar que se transmite y se siente.
Estudio mis pasos para que pisen fuerte en la vida y no quiero que la vida sea sino que se deje ser, que me sorprenda y aparezca, que me turbe y me consterne, que me evada y me ensimisme…Me alimento con frutos de la tierra y los degusto como si nunca lo hubiera hecho porque me conformo con ello…, con un dulce típico, con un cigarro en una terraza de la ciudad más bonita que conozco, con un regalo inesperado, insospechado, increíble, descomunal…¡con qué poco me conformo!.
Quiero que sepan cómo soy y lo que soy y que no me desconozcan, quiero hablar a raudales con la gente del lugar, ver como se emocionan y emocionarme con ellos, bailar sin vergüenza pues la vendí en un mercado…en ese mercado donde con una palabra en mi muñeca se cautiva mi corazón, en un mercado donde se pasean sueños y se olvida el bullicio, donde pueda regalar caricias y sonrisas, dulces y bellos momentos…quiero cantar al lado del oído que me escucha y susurrar mis inquietudes y mis palabras de amor.
Usted pensará que faltan cosas por determinar, pero es que me conformo con tan poco que solo el pensar compartido me es suficiente, elegir un destino y confundirte, perderte en una montaña oscura y agradecer haberlo hecho, salir a vivir y encontrar que estás vivo, compartir un juego y disfrutar aun perdiendo, lanzar mis brazos al viento en señal de felicidad, que la arena se confunda con mi cuerpo y el cielo con mis pensamientos, que el aroma ya respirado permanezca en tu cerebro, que merezca la pena hablar por sentirte comprendido, entendido, escuchado, querido, amado.
Es difícil querer tan poco, porque te tratarán de loco y austero pero yo soy así, no puedo cambiar los días en los que se confunde la mañana y la noche porque no dejas de vivir, de estar, de compartir, de emborracharte de todo y con todo, esos días en que el tiempo no existe porque le engañas y te apoderas de él, esos días que amanecen nublados y se abren para que puedas acogerlos, desgranarlos, amarrarlos, poseerlos, tenerlos y disfrutar del viento que se lleva las nubes agradeciendo al sol su presencia.
Doy más de lo que recibo, me dicen algunos también, y seguro tendrán razón de nuevo, como tantas y tantas veces… pues suelo recibir atardeceres solemnes, horizontes insospechados, parajes inconcebibles, paz en las paredes, flores de tres colores, piel, emoción, sencillez, maestría, cautela, sosiego, amor, respeto, miradas, caricias, abrazos…acostumbro a tener la alegría cerca de mí, y la chispa de una vida llena de vida, de unos brazos llenos, de un corazón libre, de una cabeza loca o de una loca cabeza…suelo acercarme a la libertad y la poseo, ejerzo de fonambulista en la cuerda del día a día y es eso lo que quiero…y lo tengo.
Osados son los que piensan que tengo en demasía y obtengo,… pues con poco me conformo, ya que apenas tengo nada, salvo lo poquito que quiero y narro, lo que escarbo y siembro, lo que brota sin pedirlo, lo que nace sin engendrarlo.
Con un  par de cientos de euros, soy feliz como si tuviera un millón, pues si lo sabes invertir, dan de sí una barbaridad…y es una máxima que me enseñó la vida y me lo demuestra el empirismo del vivir…el dinero solo vale para ser gastado, pero es muy importante saber en qué…yo soy de los que prefiere acertar con un café que errar con una opípara cena.
Olé por lo poco que pido, y lo mucho que me conformo…pues seguro que contando palabras se es más feliz que escribiéndolas, leyendo después de haber leído es más constante y seguro, hablar de lo acontecido es más sencillo, crear lo nunca inventado es lo imposible y yo me quedo con escribir y leer, con la sencillez de una somera conversación cercana, con el disfrute de lo imposible, con la imposibilidad del AMOR.
Nada es comparable al roce de unas sábanas que no te exigen, a la caricia de una piel que te conoce, al beso tierno y somnoliento de quién quiere seguir durmiendo a tu lado, al respirar profundo y al letargo de la mañana, a la humedad del ambiente fresco y al frescor del helecho empapado de rocío…No es mucho lo que yo pido…es muy poco con lo que me conformo.
Tal vez no se pueda conseguir, por poco que sea pero todo está entre nosotros, pegado a nuestras vidas, pues nuestras vidas no nos poseen, no somos poseedores de ellas, solo son eso…aquello sencillo que aparece y se pega a tu cuerpo y ya no lo puedes quitar porque ya es tuyo…Da igual lo que ocurra después…¡Qué más da! Si ya tienes ese poquito con lo que te conformas…¿no?
Igual que la fotografía de tu vida son las imágenes y los recuerdos…pues apenas parecen nada porque no puedes aparecer, porque eres invisible, porque solo tú las repasas día a día y no las puedes enseñar, porque son tuyas y de nadie más aunque quisieras hacer una exposición en el Museo del Prado para que todo el mundo las viera y sintieran lo que es tu vida y lo guapo que apareces en ella…quiero poner música a mis fotos y escucharlas como se escuchaban cuando las hice, quiero ser creíble, tangible, contable, imperfecto…pero quiero ser.
Ganas me faltaron de escribir durante meses, pues la tensión se apoderó de mí y me conformé con ella, pero hoy me desquito del tiempo al que odio, me despego del disfraz, me enfado con mi tristeza y la expulso de mi vida, porque ya me da igual lo que ocurra, porque me conformo con tan poco que ya lo he conseguido todo.
Odiada la tristeza, repudiado el dolor, orgulloso de ser feliz sin importarme mañana, ya he amado y he querido, conozco la risa y lucho por ella, pleno de amistad y claro en mis afirmaciones, me conformo con lo “poco” que he tenido y con estar a tu lado.
P.D. ¡GRACIAS POR ESTAR AHÍ….!...SIEMPRE. ***** 

2 comentarios:

  1. No se trata de conformismo, es dar paso a la realidad...

    Un beso HERMANO.-

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  2. Dar sin esperar nada a cambio...es probable que te quedes con las manos vacías pero tu corazón estará lleno de amor. Y como dice Sabina: "Si alguna vez he dado más de lo que tengo me han dado algunas veces más de lo que doy..." y "me enamoro de todo, me conformo con nada; un aroma, un abrazo, un pedazo de pan y lo que buenamente me den por la Balada
    de la Vida Privada... de Fulano de Tal."
    Pues eso, querido Luis, confórmate con mirar de frente a lo que tienes a tu alrededor, disfrutar con ellos y de ellos, poner los 5 sentidos en cada cosa que haces y que ofreces teniendo en cuenta que la vida es un suspiro eternamente corto.
    Me conformo con leerte, sigue escribiendo ;)

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