Me dicen que SOY CONFORMISTA y tienen razón quienes lo afirman, pues nunca fui
de ostentar ni presumir, no me creí lo increíble, ni quise discernir lo
intangible, y es por eso que les doy la razón…Sólo necesito despertar oliendo
distinto a mí y que seas tú quién esté a mi lado, que cuando salga a la calle
mis manos no estén vacías y pueda mirar y no al frente ni al suelo…ni siquiera
al cielo o al infinito y que cautiven mis ojos con un caminar elegante o un
cuidado y pormenorizado vestir, necesito sonreír y que me sonrían, corregir mi
semblante si no es el apropiado, hacer cientos de kilómetros por un capricho,
desayunar con ganas de hacer feliz y no solo de serlo, acercarme a un mirador y
contemplar en infinito, sustituir mi teléfono móvil por la movilidad y la
inquietud, por la incertidumbre de un semblante o la seguridad de una mirada…necesito
alojarme en un monte y respirar cercano el mar, cambiar lo programado por el
¿qué ocurrirá hoy?, caminar por las olas soportando el dolor y notar que se
transmite y se siente.
Estudio mis pasos para que pisen fuerte
en la vida y no quiero que la vida sea sino que se deje ser, que me sorprenda y
aparezca, que me turbe y me consterne, que me evada y me ensimisme…Me alimento
con frutos de la tierra y los degusto como si nunca lo hubiera hecho porque me
conformo con ello…, con un dulce típico, con un cigarro en una terraza de la
ciudad más bonita que conozco, con un regalo inesperado, insospechado, increíble,
descomunal…¡con qué poco me conformo!.
Quiero que sepan cómo soy y lo que soy y
que no me desconozcan, quiero hablar a raudales con la gente del lugar, ver
como se emocionan y emocionarme con ellos, bailar sin vergüenza pues la vendí
en un mercado…en ese mercado donde con una palabra en mi muñeca se cautiva mi
corazón, en un mercado donde se pasean sueños y se olvida el bullicio, donde
pueda regalar caricias y sonrisas, dulces y bellos momentos…quiero cantar al
lado del oído que me escucha y susurrar mis inquietudes y mis palabras de amor.
Usted pensará que faltan cosas por determinar,
pero es que me conformo con tan poco que solo el pensar compartido me es
suficiente, elegir un destino y confundirte, perderte en una montaña oscura y
agradecer haberlo hecho, salir a vivir y encontrar que estás vivo, compartir un
juego y disfrutar aun perdiendo, lanzar mis brazos al viento en señal de
felicidad, que la arena se confunda con mi cuerpo y el cielo con mis
pensamientos, que el aroma ya respirado permanezca en tu cerebro, que merezca
la pena hablar por sentirte comprendido, entendido, escuchado, querido, amado.
Es difícil querer tan poco, porque te
tratarán de loco y austero pero yo soy así, no puedo cambiar los días en los
que se confunde la mañana y la noche porque no dejas de vivir, de estar, de
compartir, de emborracharte de todo y con todo, esos días en que el tiempo no
existe porque le engañas y te apoderas de él, esos días que amanecen nublados y
se abren para que puedas acogerlos, desgranarlos, amarrarlos, poseerlos,
tenerlos y disfrutar del viento que se lleva las nubes agradeciendo al sol su
presencia.
Doy más de lo que recibo, me dicen
algunos también, y seguro tendrán razón de nuevo, como tantas y tantas veces…
pues suelo recibir atardeceres solemnes, horizontes insospechados, parajes
inconcebibles, paz en las paredes, flores de tres colores, piel, emoción,
sencillez, maestría, cautela, sosiego, amor, respeto, miradas, caricias,
abrazos…acostumbro a tener la alegría cerca de mí, y la chispa de una vida
llena de vida, de unos brazos llenos, de un corazón libre, de una cabeza loca o
de una loca cabeza…suelo acercarme a la libertad y la poseo, ejerzo de fonambulista
en la cuerda del día a día y es eso lo que quiero…y lo tengo.
Osados son los que piensan que tengo en
demasía y obtengo,… pues con poco me conformo, ya que apenas tengo nada, salvo
lo poquito que quiero y narro, lo que escarbo y siembro, lo que brota sin
pedirlo, lo que nace sin engendrarlo.
Con un par de cientos de euros, soy feliz como si
tuviera un millón, pues si lo sabes invertir, dan de sí una barbaridad…y es una
máxima que me enseñó la vida y me lo demuestra el empirismo del vivir…el dinero
solo vale para ser gastado, pero es muy importante saber en qué…yo soy de los
que prefiere acertar con un café que errar con una opípara cena.
Olé por lo poco que pido, y lo mucho que
me conformo…pues seguro que contando palabras se es más feliz que
escribiéndolas, leyendo después de haber leído es más constante y seguro,
hablar de lo acontecido es más sencillo, crear lo nunca inventado es lo imposible
y yo me quedo con escribir y leer, con la sencillez de una somera conversación
cercana, con el disfrute de lo imposible, con la imposibilidad del AMOR.
Nada es comparable al roce de unas
sábanas que no te exigen, a la caricia de una piel que te conoce, al beso
tierno y somnoliento de quién quiere seguir durmiendo a tu lado, al respirar
profundo y al letargo de la mañana, a la humedad del ambiente fresco y al
frescor del helecho empapado de rocío…No es mucho lo que yo pido…es muy poco
con lo que me conformo.
Igual que la fotografía de tu vida son
las imágenes y los recuerdos…pues apenas parecen nada porque no puedes
aparecer, porque eres invisible, porque solo tú las repasas día a día y no las
puedes enseñar, porque son tuyas y de nadie más aunque quisieras hacer una exposición
en el Museo del Prado para que todo el mundo las viera y sintieran lo que es tu
vida y lo guapo que apareces en ella…quiero poner música a mis fotos y
escucharlas como se escuchaban cuando las hice, quiero ser creíble, tangible,
contable, imperfecto…pero quiero ser.
Ganas me faltaron de escribir durante
meses, pues la tensión se apoderó de mí y me conformé con ella, pero hoy me
desquito del tiempo al que odio, me despego del disfraz, me enfado con mi tristeza
y la expulso de mi vida, porque ya me da igual lo que ocurra, porque me conformo
con tan poco que ya lo he conseguido todo.
Odiada la tristeza, repudiado el dolor,
orgulloso de ser feliz sin importarme mañana, ya he amado y he querido, conozco
la risa y lucho por ella, pleno de amistad y claro en mis afirmaciones, me
conformo con lo “poco” que he tenido y con estar a tu lado.
P.D. ¡GRACIAS POR ESTAR AHÍ….!...SIEMPRE.
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No se trata de conformismo, es dar paso a la realidad...
ResponderEliminarUn beso HERMANO.-
Dar sin esperar nada a cambio...es probable que te quedes con las manos vacías pero tu corazón estará lleno de amor. Y como dice Sabina: "Si alguna vez he dado más de lo que tengo me han dado algunas veces más de lo que doy..." y "me enamoro de todo, me conformo con nada; un aroma, un abrazo, un pedazo de pan y lo que buenamente me den por la Balada
ResponderEliminarde la Vida Privada... de Fulano de Tal."
Pues eso, querido Luis, confórmate con mirar de frente a lo que tienes a tu alrededor, disfrutar con ellos y de ellos, poner los 5 sentidos en cada cosa que haces y que ofreces teniendo en cuenta que la vida es un suspiro eternamente corto.
Me conformo con leerte, sigue escribiendo ;)