jueves, 19 de julio de 2012

UN CUENTO

Un día…alguien propuso que el cúmulo de recetas del amor se juntaran para preparar pócimas extrañas que nada tenían que ver con él…de la misma manera que nos quisieron enseñar que de una pareja de seres humanos en libertad por el mero hecho de amar, convirtieran AMOR en PECADO…qué solemne tontería, qué irracionalidad, qué absurdo…
Pero tanto esa pócima, como lo escrito y transmitido de generación en generación a propósito del tan idolatrado AMOR, le hicieron mucho daño y logró confundir a propios e impropios y convirtió a éste en algo contaminado y que podría ser parecido, pero nunca igual que el verdadero AMOR.
Cuentan que la pócima estaba hecha de envidia, de tópicos extraños, de lo normal, lo coherente, lo de siempre, lo inmutable, lo intransigente de LO COMÚN….y …yo me pregunto…ESO ES AMOR????
También narran que la pareja que aparecían como limpios y sanos, desnudos como el agua, y solícitos para quererse como no podría ser de otra manera, fueron embaucados por una voz que les indicaba el camino correcto, el de siempre, el inmutable, el coherente, el normal, el intransigente camino de LO COMÚN y yo me pregunto…ESO ES AMOR???
De cualquiera de las formas, la pócima y lo escrito y lo escrito y la pócima empezaron a deshacer las letras que daban sentido a la vida cuando eran combinadas de una caprichosa manera y no de otra, rompieron los enlaces sutiles de la ternura de la palabra y el calor de la poesía, enturbiaron las aguas de los ríos caudalosos y limpios, del calor compartido por una mirada cercana y sincera, estropearon la maquinaria perfecta de los amantes que se alejan de la realidad porque solo existe una para ellos y les pertenece plenamente y por derecho, rompieron en pedazos el corazón que duele de pura pasión insatisfecha y al que quiere satisfacer y no puede, hirieron de muerte la voz susurrante, la canción del viento, el arrullo del mar, el calor de la luna, que recibe su luz gracias al amor del que siempre está ahí, dándola todo sin exigir nada a cambio salvo que siga brillando de felicidad, cansaron al que lucha con sus actos y no pide ni exige exclusividad porque no la merece, destruyeron al pobre que solo busca amar cada bocado que da a la ofrenda de los que le consideran y al amanecer que cura las heridas y a los que se conocen desde siempre, y a los que piden perdón sin saber que lo merecen.Se hicieron dueños la pócima y lo escrito y lo escrito y la pócima de la simplicidad ruin a la que quedó reducida la palabra más grande del MUNDO.
Pero los cuentos nunca acaban mal, porque no serían cuentos de verdad y porque a mí no me da la gana que soy el que lo estoy escribiendo y algo de coherencia habrá que dar a la estadística que advierte de que el tanto por ciento de cuentos que acaban bien…son una amplia mayoría frente a los que acaban mal (disculpad este argumento pero era necesario para calmar la tensión…)
Tras pasar los años y no encontrarse jamás ninguno de los protagonistas de la historia…ni la pócima con lo escrito ni lo escrito con la pócima…advirtieron, en su retiro personal, el uno del otro y el otro del uno, …se dieron cuenta de que se necesitaban, ya que el AMOR era tan fuerte que si no estaban juntos los destruiría a los dos…y caminaron por una senda limpia y pura, fácil de atravesar que hizo que se encontraran rápidamente, mientras el AMOR tuvo que atajar, romper, subir, bajar, deshacer, pensar, llorar, adivinar,…y, como en el cuento de caperucita, llegó tarde y la pócima y lo escrito, estaban esperándole para arrancarle su verdadero ser y transformarle en lo que pretendían…pero aun jugando con ventaja y anticipándose, él no quiso nunca que los senderos limpios y puros se convirtieran en enramados y entramados caminos cenagosos y se les enfrentó como lo hizo la pareja a la voz y los sordos a su incapacidad de oír…utilizando las manos…abrió sus manos, se las enseñó a ellos y a las hojas de los árboles y les dijo muy suave pero claro y sincero, libre y limpio como un recién nacido…”aquí empieza el sentido del AMOR, en nuestras manos, porque ellas pueden acariciar y hablar, escribir y enternecer, intuir e impedir, ocultar y omitir, usar y urdir..aquí empieza todo en la vida y no son nada ni soy nada sin ellas, pero os las podéis quedar para siempre porque siempre habrá quién las levante en son de PAZ, para transformar el mundo, para cambiar las cosas, para luchar por la vida, para empezar a amar...

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