Guiños del
aparente destino irrumpen con soltura entre la angustia y el abandono, para
enmarcar tu desdibujada mañana, poderosa de alegría pero insolvente de
constancia.
Trozos
del parpadeo de una mirada que se agolpa sincera y veraz entre tus ojos y el resto
de tu trastocado cerebro.
Simples
palabras que se juntan para fundirse en el sendero de una sonrisa que no sabe
sublimar tu llanto pero apacigua tus miedos.
Sales
de tu entrada en barrena hacia el muro insondable del vacío y diriges tus
fuerzas apagadas al fuego de tu libertad, al calor de tu energía, a la suavidad
de tus caricias, al valor de tu amor.
Te
encuentras perdido y acaricias el hilo que te ofrecen pero temes aferrarte a
él, significas tus pasos y apareces desde el fango, lavándote la conciencia y
puliendo tus grandes defectos…esos que te han llevado al cielo de los
rastrojos, esos que te acompañan pegados a tu piel, esos que arrancarás
buscando una tímida salida.
Y
marcharás lejos a dejarte, y cantarás lento a tus deseos, y gritarás suave a tu
conciencia, y desaparecerás de una vez.
Cuando
ya no estés, serás otro y distinto, florecerá la tela que te cubría cuando
naciste y arropaba con el cariño de quien te engendró, alimentándote de nuevo,
nutriéndote para que crezcas…ya no seguro, sino capaz, porque no llegaste a ser
capaz por mucho que lo intentaste.
Marcharás
lejos con tus canciones absurdas, con tus palabras hiladas, con tus dibujos
inútiles, con tu discurso intratable, con tu risa de mentira…con la necesidad
de marcharte, sin advertir que antes pertenecías, eras, sufrías, llorabas,
significabas algo…existías.
Sin
existir no dañas, si enmudeces no aturdes, sin caminar no tropiezas y sin
dormir vives…pero hoy prefiero dormir y esperar que sea largo el sueño, que
parezca una mentira y que te sobresalte en la mitad de la noche, advirtiéndote
que estás vivo.
Prefiero
callarme, no dañar y no caerme, por eso volaré lento, tranquilo…me sumiré en
mis defectos, me agarraré fuerte al viento y bailaré entre la niebla, buscaré
un lugar perfecto y allí expondré mi cuerpo, lo bañaré con la lluvia que apenas
cae pero empapa, para sentir frío y desamparo. Lo brindaré a las estrellas para
que lo ubiquen en un buen sitio, le den cobijo y aliento…lo suturen con sus
puntas y lo iluminen como cuando les falta la luna, como cuando el sol no la
quiere, como cuando la noche es oscura y el cielo resplandeciente.
¿Y
mi cerebro? ¿Y mis recuerdos? ¿Y mi vida? ¿Dónde estarás tú? ¿Mis amigos? ¿Mi
silencio? ¿Dónde veré amanecer? ¿Y tu risa? ¿Tu misterio? ¿Quién me vendrá a
buscar? ¿Dónde estarán mis sueños? …
Tal vez esté
todo aquí y no lo encuentre, seguro que no busco bien debajo de la hierba o
encima de las montañas, me pierdo en lo establecido y huyo de mi persona…Si
busco hallaré el sitio perfecto, el lugar seguro, la cima del mundo, el rito
concluyente a todas mis indecisiones, el rezo que aplacará los dioses, la
canción que hará dormir a los búhos y despertar al ratón…
Estoy seguro
que si busco hallaré la razón de ser, la frialdad de existir, para romper mil
esencias podridas de vergüenza ajena, para demostrar un millón de acciones de
paz incomparable, para establecer mi ritmo rompiendo la cara a
alguien…rompérsela sin hacer daño, sin tocarla, sin rozarme…solo acercando la
mía lo suficiente para demostrar mi soberbia y mi orgullo pleno de VERDAD,
vacío de suspicacias, ampliando mi AMOR, enseñando al que duda…
Se acaba mi
entrega al mundo porque yo creo haberlo dado todo, se termina el periplo de
rutas hacia el horizonte, hacia la utopía…porque la utopía no es más que eso
que hace tiempo me permitía caminar y ahora se presenta detrás, en bambalinas,
cubierta de ilusión y fantasía y lejana e inaccesible…La utopía es imaginación
y ensueño, es necesitar creer que puedes y darte cuenta de que no…La utopía no
es más que un horizonte plagado de Kilómetros de tierra polvorienta que se te
incrusta en los pulmones y no te deja respirar.
Es difícil
dejar de escribir y fácil dejar de ser, por eso apoyo mis manos donde deben
estar para desde el victimismo y el desamparo, hacerme fuerte entre mis
falanges, romper la ira con la yema de mis dedos, acariciar la seda del viento
con los nudillos del inexistente AMOR.
Y de nuevo
imploraré al cariño y la comprensión, a la sinceridad del que está enfrente, a
las azoteas que se alejan…e intentaré volar sin alas, y sin navajas que corten
las redes que las detienen…volaré…estoy seguro y tal vez sea lo único seguro
que tengo, para aferrarme a ello y duplicar mi aliento, darle ritmo a mi
corazón y serenidad a mi fe ciega en los instintos.
Quién
interpretará mis letras y maltratará mis sentidos…quién escuchará mi voz y
rubricará mi AMOR, quién se atreverá a entrar en mi vida para ponerla al revés,
quién estará dispuesta a emocionar mis mañanas, quién necesitará mi boca para
llenar su alma, quién volará a mi lado de la noche a la mañana, quién está
enferma sin serlo y cuerda para estar loca.
P.D. “AL DÍA
INHÓSPITO, OSCURO, SOPORÍFERO”. *****
No hay comentarios:
Publicar un comentario