jueves, 2 de noviembre de 2017

IRASCIBLE E INACCESIBLE.



Noto la necesidad del arraigo a las letras y no fuerzo la transición al silencio en favor de la libertad del pensante.

A pesar de la invalidez del cuerpo, siento la fortaleza del pensamiento y la heterogeneidad de mis actos exentos de la programación de una vida, la temporalización de un instante o la tiranía de los gritos que pretenden ensordecer la razón.

Hoy se hace difícil andar pero fácil transmitir y esa es la razón de lo escrito y la sinrazón de lo callado, que aparece en realidad como palabras ecualizadas y mal sintonizadas por la estupidez y la ignorancia del que pretende apabullar, instruir, adoctrinar o entorpecer lo que no es posible amedrentar, ni paralizar, ni si quiera acallar mínimamente.

Cuando has muerto varias veces, nadie te podrá matar pues eres el dueño de ti mismo, y al alejarte de tu cuerpo para buscar el abandono, te acercas al momento más álgido de tu pensamiento. Esa forma de sentir que atora las vías del entendimiento y hace extraños en la carretera del ignorante obligándole a retroceder en la mirada y a silenciar sus gritos, es propia de la humildad del carácter e impropia del idiota que aparece desencajado, arrullando tus tímpanos y ensordeciendo sus cuerdas vocales, mimando tu piel y erizando hasta límites insospechables su vello corpóreo, que de tenerlo libre, despuntaría hacia el aire limpio, manchándolo de ira e interrumpiendo el oxígeno de los pacientes y humildes que protegen la libertad huyendo de la curiosidad implícita del imbécil.

Dónde te encontrarás ¡ABSURDO! Cuando no esté próximo a ti y no puedas indagar y propagar con inquina los versos ciertos y las palabras medidas.

Dónde hallarás la ira necesaria para alimentar tu odio y eliminar tu frustración.

Cuándo aparecerá en ti la serenidad exenta de lo ajeno y cercana a tus vísceras, que son lo que te deberían preocupar.

Atrévete a limpiar tu putrefacto suelo pisado por la inmundicia de lo que no te incumbe, acércate a mí con sustento y argumentos y será entonces cuando mi corazón abra un hueco pleno de sinceridad y amor, de humildad y sosiego para intentar estar a tu altura y poder aplacar tu lengua viperina, roer y escudriñar tu mentira y hacer acopio de beligerancia para tapar tu lánguida boca que expele el mal aliento de la mentira y la osadía.

Si amas la verdad y eres pródigo en ternura, huye del que te reta impidiendo que te vacíe o te calle, pero no grites más para ser escuchado, pero no calles más para permitir el grito, pero no interrumpas nunca cuando estén hablando, pero no circundes nunca cuando van al grano, pero no dejes de hablar cuando es necesario, pero no aplaques tus verdades ni interrumpas tu caminar. Aunque el camino sea sucio y manches tus pies, aprovecha el barro que queda entre los poros de tu piel para hidratar y calmar la pobreza del que no te merece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Páginas