No podemos interrumpir la
sonrisa, ni parar las arrugas de un guiño cómplice de un BUEN AMIGO, no debemos
salvar LA RAZÓN si esta dará al traste con nuestro proyecto vital, deberíamos
ser injustos de una vez por todas y hacer justicia con la INTRANSIGENCIA, para
que nos ayude todo esto a recibir más abrazos, más caricias, más sonrisas, mas
FELICIDAD.
Olvidémonos de la poesía de las
nubes o del romper inexorable de las olas,…tratemos de obviar la languidez y
luchemos por la tersura, dejemos a un lado lo empalagoso y espantosamente
agradable de una conversación profunda y hagámonos fuertes en la rutina de
hablar del tiempo.
Pongamos las cosas en su sitio,
agarremos fuerte nuestros órganos vitales, estrujemos el corazón hasta que se
roten sus movimientos y conseguiremos que ellos acompasen nuestros pasos en el
camino apropiado, o en el camino, o en un camino, y dejemos que ellos nos guíen
con la sabiduría de la gente buscando agua, surcando con sus manos la tierra
para sembrarla de lo que produce y no de una semilla indeleble pero frágil.
Y como indelebles son mis
sentimientos, porque son míos y de nadie más, los sembraré en la tierra que tan
firmemente pisé durante toda mi vida, abriré el surco con mis manos y tal
fuerza, que mi propia sangre pueda regar la semilla de un árbol que crecerá
libre en el páramo, para que pueda dejar caer sus hojas en otoño sin que ningún
aletargado transeúnte las pise, las traslade o ni siquiera las mire, ya que
ellas decidieron, junto con el viento, estar allí, pegadas al tronco que nació
de la indeleble semilla de mis sentimientos y que robusto se mantiene para no
ensombrecer a nada ni a nadie.
Y una vez que la sombra del
árbol se traslade de un lado a otro por el caprichoso azar del movimiento de la
Tierra, yo me sentaré a su lado, recostado en su tronco,…dejaré caer la última
lágrima que me quedaba, apretaré fuerte mis ojos, ceñiré las uñas a la palma de
mis manos, inspiraré fuerte el primer aire de la mañana y gritaré que por fin
he conseguido ser LIBRE…y en ese preciso instante en el que la tranquilidad se
apodere de mí y el corazón vuelva a su rumbo, en el momento en el que mis
párpados se despeguen con suavidad acariciando sutilmente mis pestañas y dando
paso a la luz, allí surgirá la imagen que siempre quise tener, la sonrisa de la
que estoy seguro, la mirada de la que no dudo, la sinceridad de quién siempre
me dio confianza, la rutina de quién siempre me dio amor, la facilidad del
despertar sosegado después del sueño tranquilo…allí sin dudarlo estarás tú.
Y no me importará que dudes o
extrañes, ni que calles o hables, pues volveré a verte FELIZ y eso es todo,
pues volveré a verte nacer de tus baches,…cuando exista la PAZ, ¡que perdure!,
cuando exista el AMOR ¡que se amarre!, cuando marches serás viajera, serás
mayor cuando pares…no pares antes de tiempo, no frenes, no seas cobarde…nunca
temas a quien te quiera, nunca frustres a quien te ame, pero si entre todos
ellos no estás tú, piensa que antes no hay nadie, que nadie nunca te
arrastre para olvidar que eres única, seguramente…INIGUALABLE
P.D.: Cualquier día, por duro que
sea, es bueno para hablar de AMOR.
*****
Luis una cosa... en la vida todos los dias son buenos habrá ...tristeza,alegria,pasividad,soledad ó..... para hablar de esto ó de lo otro siempre y cuando te despiertes y respires y eso significa saluddd,
ResponderEliminarun saludo,animo y siempre me haces recordar cosas
No intentes correr en aquello que tiene un paso firme pero tranquilo, y la sombra del árbol por mucho que se traslade dejará su tronco para que puedas recostarte sobre él.
ResponderEliminarUN BESO HERMANO.-