¡*R*O*T*O*!

 

Hoy ya no puedo parar, porque nunca comencé una marcha, un inicio, una despedida…solo me cubrieron los sentimientos y fueron ellos los que arroparon mi desnudez absoluta.

Nunca me cubrí de gloria ni la gloria fue mi compañera, nunca ostenté de osadía, pues mi cobardía me pudo. Fui cobarde por amor y rebelde con mil causas, y de entre todas, nunca fue la mía la primera.

Agoté en el camino todo atisbo de ignorancia por encontrarme inteligente de mi bondad e inmaduro de mi ser.

Hoy no puedo parar de amar y me frenan con bombas de racimo, plagadas de mentiras y farsas…de lanzas envenenadas de armas de inmunda cobardía, como cobarde y siniestro es el que intenta apagar el amor privando del amor más grande, utilizando tu vida, arrancándote tu entraña, cargando con balas de tu piel el cañón que atravesará tu corazón y lo dejará desvalido, inútil, laso, extraño a ti,… muerto.

Hoy ya no puedo parar de “no ser” porque se agota lo mas grande, se aleja mi único tesoro y se va mi único amor…Se van, dejándome solo como intuía mi alma inexistente…ese que conocí y también marchó…Se van tan lejos que mis fuerzas inútiles huyen con ellos para pertenecerles y dejarme así deambular por la mentira, por la farsa del vivir, por la imbécil realidad.

Iros, huid de mí, marchaos,…pero dejadme en paz, no preguntéis porque estoy solo entre tanta gente, ni porque sonrío entre la multitud, no os importa ni creo haberos importado nunca.

Hoy ya no puedo volar, ni llamar al sol de invierno porque el estío aplaca la frialdad de vuestras acciones. Hoy pisaré el fango que labraron mis lágrimas, convirtiéndolo en las arenas movedizas de mi camino…ese que pisaré fuerte con mi frágil cuerpo, ese en el que flotaran mis sentimientos esperando ser recogidos a la luz de un grito desesperado de mi ser, al auspicio del que me considere, al albor de la mañana, al nacer de una noche oscura, al morir de un día cualquiera.

Hoy parece apagarse todo, menos la luz de mi habitación, que espera pacientemente que se me doblen los huesos, que desfallezcan mis párpados o se duerman mis manos.

 

Ella permanecerá encendida siempre, mientras mi voluntad así lo quiera…Esa es la fortaleza que hoy tengo, ese es mi gran don, mi poder absoluto, mi bastón de mando, mi capacidad…Hoy puedo apagar la luz de mi habitación para no dormir. Hoy puedo decidir qué hacer con una bombilla, hoy soy el amo de algo inmaterial e incorpóreo, con calor pero sin sangre, con luz pero sin amor…Hoy solo soy el dueño de lo que siempre he sido dueño…Hoy ni siquiera soy dueño de mí.

P.D.         Lanzaré cuerdas desde el fango.

                Obviaré el sentimiento de la mentira.

                Seguiré en pié sin sentir nada.

                Iré lejos para buscarte.

                Estaré cerca de quién me quiera.

                No dañaré a quién me mire.

                Tropezaré y seguiré vivo.

                Ocuparé un espacio pequeño en tu vida. *****