miércoles, 27 de marzo de 2013

POR LA ESPALDA

Ruge la crueldad del golpe en la espalda, adormeciendo los sentidos y despertando la insospechada realidad que levantará la piel muerta sobre la carne que atenaza al amor en ciernes,  la conquista del mundo,  la búsqueda de mi particular y entendible UTOPÍA.
Desde la espalda te ven y no ves, te golpean y asientes, te zancadillean y caes. Por la espalda no esperas nunca la llegada del mal si es que confías en el bien...en ella solo se desliza lo que no interesa y mi fortaleza obliga a deslizarse hasta el suelo para posteriormente ser pisado con desdén.
Incapaz de nuevo a la hora de asumir los acontecimientos, intento derretir el gélido infierno de la cruel realidad, pero responde en mi contra y se apodera del torso desnutrido de fuerza y ansioso de abrazos.
No sé aclarar mi garganta ni subsanar mis lágrimas, desconozco la forma ideal de presentarme al amor con prestancia y arrogancia, advertirle de que le poseo, saludarle, darle la mano y ofrecerle mis servicios, mi incondicional suscripción, mi abono eterno, mi YO completo.
Reconozco mi flagrante invalidez y decapito así mi camino; usurpo la felicidad para donarla a quien guste, me pierdo en la ilusión y desespero al no encontrarla, reacciono tarde al verla marchar y me aterra perderla.
Mi camino se pierde entre la culpa y la honestidad del culpable, el culpable de ansiar la libertad desde que nació y amar en libertad, cuando está amarrado a la cárcel de sus circunstancias que le amenazan con el cruel “destino” de la soledad, con la sombra de una mentira y con la esperanza del imbécil, impropia del que nunca lo fue.
Noto muy cerca como se apaga el color especial de la rutina de andar y mirar, porque estoy vetado a hacerlo.
Ya no suena la música torpe de los dedos inquietos y ávidos de alegría que hacían de un bordón un arpa y de un traste una sinfonía.
Las azoteas se alejan a las nubes que desaparecerán en verano dando paso al sol que adormecerá los sentimientos.
Seguiré viajando con la imaginación a los pueblos de ensueño que soñaba descubrir al lado de los ojos que me enseñan a caminar, a confiar, a creer, a amar.
El mar se aleja de mis sentidos, la música no me vale, si escribo me encuentro vivo, si vivo me falta el viento.
Mis dibujos son sinsentidos si no tienen su propio dueño, mis canciones son infantiles como lo son mis sueños, mis palabras son baladís si no las lees tu primero.
Huyo despavorido, corro desde mi lecho y amo sin condiciones.
Rimo sin darme cuenta versos en prosa y en pro del suspense de lo que siento entre el dolor de mi cuerpo y la frialdad del momento,… del momento que no aparece claro ni llano sino turbio y obstinado entre baches que lamentan mis pasos cuando son firmen y donde cae mi torpe andar si es laso y apagado, por mucho que se enciendan las luciérnagas de la amistad o la seguridad del ser.
Acabo pronto para ver despertar los días y con la esperanza firme de la justicia vital,… esa justicia que renueve mis sinsentidos, mis dolores, mi incertidumbre, mi llanto, mi malestar, mi suerte si es que existiera la suerte y esta me correspondiera como yo correspondí cada día con mis actos.

Consigo la paz y se desvanece, aprovecho el momento y se marcha rápido, respiro profundo pero al momento rompo a toser, camino seguro y las curvas se cierran en torno a mí, limpio mi espacio más el polvo lo vuelve a ensuciar y la lluvia cae sobre él convirtiéndole en barro que aprieta y mancilla los pocos metros cuadrados que me corresponden y en los que me encuentro fuerte y jovial.
Espero, duermo, avanzo, escucho, hablo, sonrío, amo, extraño, huyo, ando, busco, ... VIVO y siento a pesar del dolor del sentimiento…pero VIVO con el pecho y la garganta atascados y enfrentados, con la espalda desnuda y con la mirada tranquila que se apoya en el quicio de la puerta que debe abrirse y dejar pasar la FELICIDAD, y acogerla entre mis brazos para no soltarla.
La soltaré para hacer recibos sin registro de entrada ni salida, de esos que se dan y no esperan volver, de los que no necesitan franquear en destino, esos cheques al portador que no hay ni que firmar, ese contrato abierto, esa carta que no necesita remite porque sabes quién te la ha escrito, esa mirada que sabes que te corresponde sin esperar nada a cambio,… Soltaré cupones de FELICIDAD para que lleguen al corazón que has prestado cuando el corazón ajeno está enfermo. CUENTA CON ELLO ¿VALE?
P.D. “Siempre pensé que esto de vivir estaba “chupao” y creo que a veces está tan chupado que lo desgastamos sin percatarnos de su sabor”…voy a empezar a degustar despacito…a ver si así funciona;) *****

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