Enamorarme del viento y sublimar su desdén ante los elementos.
Enamorarme del viento para intuir su fuerza, sus ráfagas, su inesperada respuesta, su atracción, su furia, su suave brisa.Enamorarme del viento y respirar dos y mil veces antes de abandonarme a sus designios.
Enamorarme del viento y volar, atrapado entre el cielo y la tierra... Sucumbiendo al tornado de sus emociones y a la dirección que tomará.
Amarle profundamente, hasta saberme junco, copa de un árbol o tal vez ave desorientada.
Entregarme sin condiciones y acercar el mar a sus nubes para que las una, provocando una tormenta de lágrimas de amor... y besarle.
Besarle aun sin verle por estar sometido a él e idolatrado.
Acariciarle sin mesura, cuando es aire, esquivarlo cuando es huracán y hacerle el amor si atrapa fragancias de flores silvestres o tierra mojada por el camino.
Sosegar mi calor a su lado y abrigar mi piel cuando avisa del frío.
Enamorarse del viento siendo parte de la tierra.
Sin que la arena que arrastre, seque y hasta ciegue mi horizonte, mi recodo de vida...mi utopía.
Enamorarse del viento fue fácil por su belleza y prestancia...Difícil por intangible a la entrega de mis manos...posible porque una parte de mi le pertenece.
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