domingo, 7 de noviembre de 2021

REVOLUCIÓN

 Y la noche aparece de nuevo , y con ella el silencio cruel del amanecer, poblado de trinos y vientos tan alegres como ajenos. Paso de un descanso sutil y lávil a una trinchera enmarañada de luces y ambivalencias en los cinco sentidos que se atascan entre el cielo y el cieno, sin saber muy bien donde dirigir sus pasos.

Pero ando, sonrío, como y devuelvo el aliento para seguir cansado sin levantarme de ningún sitio.

Y tal vez sea ese el error, el indicio y el inicio de la solución...constatar que en la vida no te puedes permitir que el cansancio sea producto de la desidia y el inmobilismo, porque al igual que frente a los pecados de algunas religiones, surgen las virtudes que ayudan al ser humano a sobreponerse y vencer la mentira de la sin razón de los primeros, frente a la verdad laica y terrenal de las segundas, debemos atenazar cualquier resquicio del insolvente e inutil cansancio para reforzar el brío de nuestra sangre al pasar por las arterias y venas que nos sustentan y REACCIONAR para así convertirnos en la revolución de nosotros mismos. Esa revolución que estamos obligados, por la propia ley natural de la subsistencia del propio ser, a recoger entre nuestras manos, como futuras artífices del ánfora labrada como el AMOR, con la tierra y el agua que son la arcilla y el adobé de nuestros cimientos, el sol que calmará y secará nuestras lágrimas orientándonos hacia su luz y el fuego de la pasión por vivir y conseguir ser TU mismo para que así pueda llenarse del elixir de la FELICIDAD.

Ese elixir que se aleja de lo mágico y del chamanismo para nutrir nuestros alvéolos, del oxígeno suficiente para respirar alegría. La alegría de vivir porque te apetece...nada que ver con lo lúdico, jocoso o istriónico. Lejos de la falsa sonrisa y del abrazo sin continuidad en la palabra. En el límite que marca la osada y pulcra utopía frente a la lánguida rutina y el costumbrismo. Al otro lado del "estoy porque tengo que estar". Próximo al " estoy donde quiero estar"

Es el momento de hacer arpegios entre los días de la semana, porque añaden una posibilidad a las seis cuerdas de una guitarra, porque se acercan al número mágico de tu historia o tal vez, simple y llanamente....PORQUE TE DA LA GANA.


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