Tenemos que construir los muros desde fuera
para no quedarnos encerrados dentro, acceder a los materiales necesarios que
nos permitan modificar su estructura, separarnos y poder contemplarlos desde la
distancia, fabricar ventanas y puertas que faciliten indagar en su interior y
si fuera necesario, coger fuerza y derribarlos, teniendo claro que es muy
difícil que los escombros nos sepulten y nos impidan salir a la realidad que nos
pertenece y que nunca debíamos haber abandonado.
Estamos inmersos durante largo tiempo en unas
murallas que creemos nos ofrecen confianza, tranquilidad y sosiego por miedo a
tirarlas y quedarnos a la intemperie, cuando en realidad lo único que rodea
nuestro interior es el hormigón que impide que veamos la claridad de un nuevo
amanecer.
Queremos estar seguros e indemnes y para ello
nos protegemos en los tabiques de lo asiduo, común y rutinario, sin percibir
que podemos estar confundidos, ya que los ladrillos que ponemos desde el
interior, no perciben nuestras sombras y sí ensombrecen nuestra capacidad de
reacción, convirtiéndonos en breves juguetes del innombrable destino en el que
nunca confié y del que no me interesa ser súbdito.
Ufanos por fuera y humildes por dentro,
transigimos hasta límites insospechados, que nos anulan como individuo, como
persona, como animal social, y reducen nuestro quehacer al antojo del que
confías te protege y ayuda.
Imbéciles y sumisos, aceptamos pulpo como
animal de compañía, y sometemos nuestra voluntad cayendo en la confianza ciega
del insolente que no te valora por falta de valor a hacerlo.
Es el momento en que tus brazos derriban
muros, abrazan amigos, sustentan amor y verdad, es un momento indisciplinado y
fuerte, anárquico y feliz, recto y coordinado…en realidad es tu momento y no el
de nadie, porque construyes tu camino y eliges los árboles que te dan sombra,
las piedras donde tropezarte, los amaneceres, las canciones que te elevan al
cielo, las miradas que te transportan de mundo, los abrazos que rompen los
muros que no supiste nunca, crearon la cárcel de tu persona.
Rompamos la disciplina en favor de la
educación y el respeto, derruyamos de una vez aquello que nos estorba,
masacremos las plegarias y elevemos la voz, dirijamos nuestro mundo y
coordinemos nuestras fuerzas, irrumpamos en el INEXISTENTE AMOR, creyendo en
él, aferrémonos a él y olvidemos que un día construimos un muro desde dentro
que nos impidió escuchar el cauce de nuestra sangre.
Osemos ser felices con quién nos
quiera tal cual somos, sin temor a la bondad, sin temor a la verdad, sin temor
al respeto, sin temor al orden, sin temor a la belleza de una razón compartida.
Busquemos de una vez por todas a
quien disfrute de una mirada y mil palabras, de cien canciones distintas o de
la misma repetida cien veces, si es entre tus brazos. Insistamos en encontrar al que anticipa tus palabras porque las
conoce, al que regala con besos los días más tristes, al que necesita de ti, al
que amanece sin prisa a tu lado, al que anochece contigo, al que tiene tus
labios grabados hasta conocer sus pliegues,
al que te ha descubierto por fin a pesar de que siempre fuiste agua
corriente. Confiemos en quien
entrelaza tus dedos y no te da la mano, en quien mira dentro de tus ojos, en
quien desnuda tus pensamientos, en quien respeta tu llanto y se enamora de tu
sonrisa, en quien te ofrece lo más preciado por mucho que le cueste…y Salgamos a la mañana para sonreírla,
por haber conocido a quién te merece sin apenas darte cuenta, a quien nació para besarte… y así nunca
lamentaremos que el amor no existe por mucho que lo creamos, ya que en cualquier
momento aparece.
Te propongo construir puentes...¿qué te parece?
ResponderEliminarMe voy a expandir un poco más de lo normal, eras muuu chiquitín cuando tu hermano decía, éste tiene la cabeza tan dura que pasa por el MURO habiendo una puerta, me confundí??
ResponderEliminarEn mi vida he tenido muros unos han sido más dificiles de tirar que otros pero siempre recordaré el de la C.D.C. en mi primer Maratón sin tu ayuda hubiese sido jodido traspasarle pero lo hicimos.
Así que te echen muchos muros que doy FÉ que no te hará sombra porque siempre harás un hueco en él.-
BESO HERMANO.-
Cabezota soy...y lo sabes, pero tu madre, que es la mía, y tu me habéis enseñado mucho para vencer mis PECADOS CAPITALES, ... Y yo también me voy a extender...El otro día hablaba con una de las mujeres más importantes de mi vida de eso precisamente...de los PECADOS CAPITALES, y los ordenamos alfabéticamente para acabar coincidiendo en que casi todos los teníamos...(UNOS MÁS QUE OTROS)...La pereza de la cual no soy amigo no me atañe y es por lo tanto la Diligencia la que me ayuda a romper algunos ladrillos con ganas, la envidia no me corroe pero la caridad tampoco es mi virtud,la gula solo para cargar de azúcares mi cuerpo y coger carrerilla, de Ira...voy sobrao pero paciencia es mi sobrenombre,lujurioso??? pues claro...porque si no tendría que ser casto y....ESO NO, avaricia? me da a mí que no, siempre he sido y soy más para los otros que para mí...pero supongo que tendré que cambiar, Y lo último, yo creo que es lo que me ayudará a tirar muchos muchos muros...y es la HUMILDAD, a pesar de que mi madre y tu seguro que también siempre coincidistéis en que era un SOBERBIO de tres pares de narices y ahora estaréis pensando que porque no lo soy de verdad ;)....Todo esto para decir que cada PECADO tiene su VIRTUD, y que estoy seguro que cada MURO tendrá su Destructor si es que el MURO se lo merece...El Muro de la distancia entre nosotros no ha podido con lo que nos queremos.
ResponderEliminarPero los Muros a veces no hay ni que empujarlos para que se caigan...porque nunca se hicieron con cemento del bueno.
UN BESO HERMANO.