S*U*E*R*T*E

Sin conocerla me enamoro su frescura, su sonrisa, su belleza, su compañía, su cuerpo, la inquietud fija de su mirada, sus palabras seguras, sus consejos, sus canciones, su tacto, su piel, su elegante caminar, su insegura seguridad, su prestancia y simpatía, su mirada entretenida…

Igual parece una mujer, lo que defino entre líneas pero no… y lo siento por los que así lo esperabais, para enternecer al corazón y animar la imaginación, se trata de SUERTE,…o SUERTE no es la frescura de la suave brisa del mar sobre tu piel, agasajándote con color y aplacando tu calor cuando más lo necesitas.

Es SUERTE la sonrisa que te ofrecen sin preguntar, y que ilumina tu camino, por muy perdido que estés.

La verdadera SUERTE no tenemos porque conocerla, pero cuando la conoces…su belleza llega tan dentro de ti, que cautiva tu pulso y sabe acompasarlo según necesitas.

Amplía tanto tu camino, su compañía, que lo convierte en un placer para el que anda y un sosiego para el que mira.

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Entra en ti con su cuerpo y atraviesa tus sentidos convirtiéndolos en felicidad, porque SUERTE tiene a su alrededor el dibujo del camino al amor.

La inquietud fija de su mirada, convierte a tu inseguro mirar, a tu oscuro parecer, a tu intranquila quietud… en el sosiego y la calma de un amanecer.

Sólo las palabras seguras que te ofrece, son capaces de obligarte a recapacitar sobre su existencia, sobre la coherencia de sus consejos y la rectitud de sus afirmaciones, basadas en el respeto y obligándote a aprender de ella.

Instaura sus canciones en tu alma, de tal forma que comienzas a creer que sus letras son reales y te corresponden.

Acompasa su tacto al tuyo de tal forma que no distingues cuál de ellos te pertenece, pero sientes la seguridad de su piel sobre la tuya, la firmeza del sentido que más ocupa en tu cuerpo,… sientes la libertad.

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Su piel es diferente en todo, y no es fácil describirla, su calor, su textura, sus pliegues, su cercanía…aquel momento en que se acerca a ti, hace de la  eternidad un instante y de un roce un sueño.

Es sencillo caminar a pesar de las trabas que te ponen los momentos indivisibles del fracaso, pero aun recuerdo la primera vez que me detuve en disfrutar de su elegante caminar, seguro sereno, firme, bello, amplio, fuerte, con el ritmo del mar y la belleza de sus olas,… aun recuerdo cuando la hice saber que podría observar como camina eternamente de lo bonito que lo hace.

¡Ay! Esa insegura seguridad que la convierte en la dueña de las almas y la princesa de tus cuentos…Suerte se aproxima y apabulla pero se distancia, te mira y enternece, Suerte es incapaz de decidir hasta lo más insignificante, pero Suerte es fortaleza, es inmutable, es como un muro, cuando quiere protegerse del mínimo daño. Suerte desaparece y está, y cuando aparece te llena, va y viene con la imagen perfecta de la seguridad de su paso y la fortaleza de su mirada, pero guarda con mesura su fragilidad, su ternura, su punto débil, su posible dolor…para que nadie la posea tanto que la llegue a hacer flojear.

La prestancia y simpatía, tal vez sean de los más grandes valores que tiene y que la representan como un icono de tranquilidad para quien tiene la suerte de conocerla, de acercarse a ella, de charlar mirándola, de dormir escuchándola, de vivir por ella.

Igual no han disfrutado ustedes de una mirada entretenida, y me explico, cuando te miran y miras, cuando respiran y sientes, cuando se acercan sus pupilas y despiertas….Esa es SUERTE. Si no estás cerca te aproxima, y si lo estás te derrumba, cuando se nublan sus ojos, echa a correr o te tumba, pero si los sientes alegres, felices, enamorados…acércate mucho a ellos…y permanece a su lado.

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Ella limpia irregularmente su amor.

“Suerte está, pero se puede ir, Suerte se ha hecho un hueco en mi sentir, Suerte abraza mi existencia, Suerte me dice por dónde ir,…más si un día me abandona diré que la he conocido, que la tuve entre mis brazos, que la tengo y no la olvido”

P.D.: ¡¡SIEMPRE SUERTE SIEMPRE!! *****